La casa de modas francesa Nina Ricci nos evoca la delicadeza, lo etéreo y el chic francés. Además de por sus refinados diseños, la maison es famosa por sus fragancias. La más icónica, creada en 1948 y líder en el mercado, es L’Air du Temps.
Un clásico que nunca pasa de moda, y cuyo frasco ha sido diseñado a lo largo de la historia por artistas tan prestigiosos como los famosisímos Andy Warhol, creador del Pop-Art; y David Hamilton, uno de los fotógrafos más influyentes del S. XX.
Hoy retoma su legado la diseñadora de interiores y paisajista Olivia Putman. Ella ha sido la encargada de cambiarle la cara a la fragancia emblema de la casa.
¿El resultado? ¡Sorprendente!
El frasco original surgió en 1951 de las ideas y amistad entre Robert Ricci y Marc Lalique, inspirado por un contexto en el que la vieja Europa luchaba por resurgir de sus cenizas y florecer. De una belleza inimitable, fue elegido Frasco del Siglo en el año 2000.
Olivia Putman (hija de la reputada diseñadora Andrée Putman) ha salido airosa de la responsabilidad de renovar la imagen de este objeto de culto. La artista ha sabido conservar la esencia del diseño, añadiéndole su toque personal.
Manteniendo la silueta original, Olivia Putman ha agregado unas sinuosas líneas azules que llegan hasta las famosa aves que se posa en la tapa, pintada en el mismo tono.
Según la artista, ”L’Air du Temps es azul, azul como el cielo y el mar, evocadores de libertad e infinito”, y en ello se inspiró para la creación. Unos referentes que saltan a la vista en este precioso perfume.
Lo que se mantiene intacto es la fragancia, a base de 30 componentes que incluyen jazmín, rosas, gardenias, violetas, sándalo y almizcle, por nombrar sólo algunos. Y es que… ¿por qué cambiar algo que funciona (y huele) tan bien?
Esta edición limitada 2013 de Olivia Putman de L’Air du Temps estará disponible a partir del 2 de mayo a nivel mundial.
Sin duda, uno de esos frascos que por su belleza, uno desea conservar mucho después de agotar la última gota de perfume.
