Expresión estética de belleza a través del arte y de la naturaleza para decorar nuestro chalet de lujo, esta definición se encaja perfectamente en el concepto de jardinería. Para muchos, es una demostración de estatus, orgullo nacional en muchos países de Europa. ¿Pero los jardines, la jardinería en sí, es cosa de los días de hoy? No!…existen evidencias de que tener jardines ya viene de Egipto antiguo, dónde los jardines eran pintados en las tumbas de los faraones.
A lo largo de la historia de la humanidad, los jardines encantaron a todos, y entre los jardines de gran fama mundial e histórica están Los Jardines Colgantes de Babilonia de Nabucodonosor II y fue considerado como una de las Siete Maravillas del Mundo. Y otros que se sobresalen en la historia son los jardines de Ptolomeu.
La influencia de los jardines sobres los humanos es tan grande y sirve como promesa hecha por Dios para aquellos que siguen el buen camino.
“Un Jardín celestial” como recompensa para los buenos, los justos. Tanto en el Islamismo, como en el Cristianismo. Es una promesa divina, pasada por los profetas.
Hoy en día, tener un jardín ya no significa precisamente tener un buen nivel social, todos pueden tener uno, sea de grandes dimensiones o no. Lo que importa es la creatividad y la disponibilidad de plantas que dejarán más bellos los patios de las casas, edificios, escuelas, etc. Podemos proyectar nuestro propio jardín, o contratar un jardinero, paisajista para que lo haga. Todo dependerá de la disponibilidad de tiempo y recursos económicos de cada uno.
Para los que no pueden contratar servicios de jardinería tercerizados para el proyecto, existen muchas páginas en internet dedicadas para ayudar a aquellos que desean tener un jardín en sus casas pero que no disponen de muchos recursos económicos o que prefieren hacerlo por si mismos.
Tener un jardín no es puramente estética, tener un jardín es estar en contacto con la naturaleza, ya que cada día más, la vida es más urbana que natural. Nos proporciona paz de espíritu y confort. Tener un jardín, es derecho de todos!