La historia de la moda a través de sus maniquíes

A principios del siglo XXI es imposible imaginar el mundo de la moda sin las modelos, esas mujeres altas y espigadas encargadas de llenar de vida las últimas creaciones de los diseñadores de moda en pasarelas y revistas.

 

Muchas de ellas, las top models, son hoy en día verdaderas estrellas, pero hasta hace pocas décadas eran simples maniquíes que apenas sonreían. La evolución de este proceso lo encontramos en Mannequin: Le Corps de la Mode (Maniquí: el cuerpo de la moda), exposición que tiene lugar desde el 16 de febrero en La cité de la Moda y el diseño de París y que analiza el papel de las modelos en el millonario y a veces duro mundo de la industria de la moda.

 

Exposición Mannequins: Le corps de la mode

 

En colaboración con el Museo Galliera, la muestra consta de 120 fotos, revistas de moda y vídeos que datan desde finales del siglo XIX hasta nuestros días, imágenes muchas de ellas icónicas que forman ya parte de la historia de la moda y tomadas por grandes artistas, como Horst P. Horst, Erwin Blumenfeld, Henry Clarke, Helmut Newton, Guy Bourdin, Nick Knight, Corinne Day o Juergen Teller. A través de ellas, se desgrana el proceso estético que ha seguido la moda desde hace poco más de un siglo. Así, encontramos los maniquís, inicialmente de mimbre, madera, cera o plástico, que los costureros utilizaban con la mera pretensión de fotografiar sus prendas y que, no sólo eran objetos inertes, sino que a menudo ni tan siquiera tenían cabeza o brazos. Poco después aparecieron los maniquís vivientes, cuya función era la de desfilar delante de los posibles clientes como verdaderos objetos inanimados, sin quitarle un ápice de protagonismo a la prenda que llevaban puesta.

 

 

Exposición maniquís   Exposición Maniquís, el cuerpo de la moda

 

Ya en el siglo XX, las modelos empezaron a considerarse profesionales. Eso sí, lejos de ser prestigiosa, se trataba de una profesión parecida a la de prostituta, pues vivían de su cuerpo, un cuerpo que podía ser libremente tocado y palpado. Así, poco a poco se fueron escogiendo modelos que representaran a la perfección de la belleza femenina: altas, delgadas… Por ejemplo, a principios del siglo XX encontramos modelos con la cintura excesivamente ceñida y las nalgas prominentes, mientras que en los 60 las maniquís ven reducidas sus caderas y tobillos, son delgadas, guapas y, sobre todo, jóvenes, uno de los atributos inseparables de la moda desde entonces.

 

Mannequins, le corps de la mode  Maniquí: el cuerpo de la moda

 

No fue hasta después de la Segunda Guerra Mundial cuando las modelos empiezan a ser consideradas como algo más que objetos animados y anónimos que llenaban de vida y hacían moverse a creaciones inertes. Sobre todo tras el nacimiento de la alta costura, cuando las modelos escogidas solían formar parte de la alta sociedad. Esto llegará a su máximo exponente a finales de los 80 con el nacimiento de las supermodelos, que, lejos de ser simples soportes, son grandes celebridades transformadas incluso en musas de los creadores y los fotógrafos. A su alrededor, peluqueros, maquilladores, redactores de moda, fotógrafos, estilistas… cuya función es crear la imagen que el diseñador desea.

 

 

 

Exposición Maniquís - Laeticia Casta

 

 

 

Esta exposición, abierta hasta el 19 de mayo de este año, es una buena oportunidad, no sólo de conocer la historia dela moda y la fotografía a través de una parte indispensable para su difusión, sino que nos invita a la reflexión al mostrarnos cómo la moda ha impuesto, a través de sus modelos, los cánones de belleza, desde el siglo XIX hasta ahora.

 

Exposición Maniquís - Kate MossNatasha Poly - Mannequin, le corps de la mode

© Fotos: Les Docks

 

 

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