Siete años han bastado a Ben Gorham para crear una marca de perfumes de renombre internacional, Byredo Parfums. En 2006, en Estocolmo y con poco más de 30 años, este sueco de madre hindú y padre canadiense y licenciado en Bellas Artes decidió que su manera de expresarse no sería la pintura, la fotografía o la escultura, sino los perfumes.
Sin formación en este campo, se alío con los maestros perfumeros Jerome Epinette y Olivia Giacobetti (creadora, entre otras de fragancias para Diptyque, L’Artisan Parfumeur, Hermès o Guerlain). Juntos han sabido materializar a la perfección los deseos de Ben Gorham, un universo olfativo tan rico como selectivo que sólo podemos adquirir en las tiendas de perfumes más exclusivas, como Barney’s, Colette, Bon Marché o Liberty.
“Siempre me he sentido fascinado por el mundo de las fragancias y su efecto en los recuerdos y las impresiones. A través de Byredo quiero transmitir mis experiencias personales para contribuir a la memoria colectiva del tiempo y el espacio. También creo en un enfoque más moderno sin perder las técnicas olfativas para lograr así lo mejor de lo nuevo y lo viejo”. Esta es la frase con la que Ben Gorham describe la filosofía de la marca, filosofía que ha dado lugar a todo tipo de fragancias: unisex, perfumes para el hogar, artículos de belleza personal… todas ellas con inspiradas por sus pasiones, el mundo del diseño y sus viajes alrededor del mundo.
Así, envueltos en un packaging bastante minimalista -pequeños frascos transparentes, de líneas rectas y una etiqueta con el nombre del perfume- encontramos fragancias de lo más étnicas inspiradas en distintos países del mundo: Chembur, en honor al lugar donde nació su madre; Gypsy Water, a Italia y la cultura gitana; Green, como homenaje al perfume que usaba su padre en sus viajes por África y por Asia; Pulp, con mezclas de El Caribe y Suecia; Bal d’Afrique, cuyo almizcle recuerda a Marruecos… o sus dos últimas creaciones: Bullion y Black Saffron.
Inspirado en Oriente Medio, zona a la que Ben Gorham ha viajado desde niño, en Bullion encontramos los olores que le marcaron de niño, “es el primer perfume que hacemos que está inspirado en el conjunto de mis viajes a Oriente Medio, una combinación de los lugares, los sabores y, sobre todo de la gente”, asegura. Y en honor a su nombre (lingote en inglés), en este perfume encontramos misterio, opulencia, sensualidad… un auténtico metal precioso que, como las mejores joyas, se vende en edición limitada.
La última de las creaciones de Byredo es Black Saffron (Azafran negro), un perfume unisex que debe su nombre a esta milenaria especia, una de las más caras del mundo. Sagrada en La India, su color es además el de las túnicas de los monjes budistas y símbolo de este país. Una vez más, los recuerdos de Ben Gorham son los protagonistas, “el azafrán siempre ha formado parte de mis recuerdos, de mi infancia en India: su olor, su sabor, su color. Siempre trato de profundizar en el conocimiento de la cultura de mis ancestros, y este perfume es la encarnación de este proceso”, asegura.
Como ocurre en todas las obras de arte, cada una de las creaciones de la marca refleja la personalidad de su fundador, así como su filosofía de vida, su cultura, sus sentimientos… Su omnipresencia en la marca, así como su estilo -exótico y original- le ha llevado además a convertirse en todo un icono de moda que aparece con frecuencia en publicaciones como Vogue o Vanity Fair. Si ha logrado todo esto en menos de una década, sin duda, Ben Gorham dará mucho que hablar en los próximos años, y no sólo por sus exquisitos y exclusivos perfumes.
© Fotos: Byredo