La arquitectura es una de las disciplinas y artes más antiguas y ha perdurado debido a que no sólo es una expresión de belleza sino a que es útil y necesaria para el ser humano, la creación de edificios y casas es indispensable para la condición sedentaria del hombre, siempre se necesitará de un techo en dónde vivir. Sin embargo, a lo largo del tiempo la forma los componentes de las casas han sido diferentes, la estructuración y modelos de cada casa ha dependido de la época en la que surgió y elementos como las materias primas y las corrientes estilísticas del contexto jugaron un papel determinante.
Para llegar a la estructuración del estilo moderno hay que tomar en cuenta el desarrollo de tres escuelas: el art nouveau, el art decó y la escuela de Bauhaus. El art nouveau se caracteriza principalmente por que se adaptó a las circunstancias de la vida moderna, cuestión que lo liga a la producción industrial, desarrollándose principalmente en la arquitectura y el diseño gráfico. En contraste, el art deco amalgama una gran variedad de estilos y movimientos diversos de principios del siglo XX, y a diferencia del art nouveau se inspira en las primeras vanguardias como el Constructivismo, Cubismo, Futurismo. La Escuela de Bauhaus sentó las bases y patrones del diseño industrial y gráfico; es importante ya que fundamentó las bases de las tendencias de la Nueva Arquitectura, que incorporaron una nueva estética basada en los ámbitos de la vida cotidiana.
Una casa moderna se caracteriza porque atiende más a la funcionalidad y pragmatismo que pueda tener para sus habitantes y no tanto en la decoración como lo eran las edificaciones de otros estilos como el barroco, en el que la ornamentación era más importante que la utilidad de los espacios.
Dentro del estilo moderno, se encuentran diferentes corrientes como el Contemporáneo, Minimalista, Ultramoderno o Posmoderno.
Una casa moderna busca tener espacios interiores amplios y muy funcionales, que sea sencillo su mantenimiento y limpieza. Debe ser como una máquina al servicio de sus habitantes, tiene que facilitar la vida y lograr un máximo de confortabilidad para lograr un clima adecuado.
En el diseño moderno predominan la simetría, líneas rectas, formas geométricas, grandes ventanas y paredes blancas con diferentes texturas.
Las casas tienden a ser anchas con techos bajos, preponderan los ejes horizontales; hay elementos estructurales a la vista, la ornamentación no es muy predominante aunque si hay elementos decorativos que sirven para la exposición de materiales, texturas, contrastes y objetos de diseño. Destacan amplias superficies de vidrio y menos paredes, esto por la búsqueda de más iluminación natural.